24 mayo 2016

El mal periodismo explicado por Umberto Eco

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Cuando el pasado febrero murió Umberto Eco, uno de los artículos que le dedicó El País se tituló "El sabio que llegó al público", destacando cómo el pensador italiano supo combinar la investigación sobre la cultura de masas con ser parte de ella, la erudición y la semiología con la popularidad como novelista y comentarista político. Todas estas facetas se unieron en su última novela, publicada pocos meses antes de su muerte, "Número cero", en la que la historia de un semanario impulsado por un político como arma política le sirve para lanzar una mirada crítica sobre el mundo del periodismo en la que confluyen además tanto su amor por las teorías de complots secretos como la crítica a la Italia en donde medró Silvio Berlusconi.

Eco ya había tratado de forma divulgativa la manipulación informativa en textos como el famoso "El televidente", ya tratado en este mismo blog. Y las ideas expuestas en "Número cero" remiten a las del decálogo para manipular que allí trataba; pero merece la pena leer algunos de los fragmentos de la novela, que se reproducen a continuación agrupados por temas con alguna aclaración, como materia de reflexión. Como ejemplo, cuando en el primer bloque se critica el uso tópico del lenguaje, cómo no pensar en las inevitables referencias a la "tragedia migratoria" de la actualidad.


"¿No es trivial usar siempre expresiones tan enfáticas? -No. El lector entiende lo que está pasando solo si se le dice que estamos en un cuerpo a cuerpo, que se torpedea una ley, que estamos en el ojo del huracán..."
(Y cuando uno de los personajes recuerda que en verdad en el ojo del huracán no hay peligro) "Hay que usar ojo del huracán porque no importa lo que dice la ciencia, el lector no lo sabe y es precisamente el ojo del huracán el que le da la idea de que se haya en medio de un lío. Así lo han acostumbrado la prensa y la televisión (...) Hay que hablar el lenguaje del lector".

"¿Cómo se demuestra que en las noticias se citan solo hechos? (....) introducen en la noticia, entre comillas, las declaraciones de un testigo... es un hecho que fulano ha expresado esa opinión. Con todo, se podría suponer que el periodista ha dado voz solo a quien piensa como él. Por tanto, las declaraciones serán dos, en contraste entre ellas... La astucia está en entrecomillar primero una opinión trivial, luego otra opinión, más razonada, que se parece mucho a la opinión del periodista".

"No son las noticias las que hacen el periódico, sino el periódico el que hace las noticias. Y saber juntar cuatro noticias distintas significa proponerle al lector una quinta noticia" (En la novela, se leen varias noticias con sucesos que inciden en "se crea preocupación en torno a la criminalidad del sur")

"En lugar de pregonar datos que alguien podría cotejar, siempre es mejor limitarse a insinuar... La insinuación eficaz es la que refiere hechos que carecen de valor de por sí, y que no se pueden desmentir porque son verdaderos".
(Pero si llega un desmentido) "Tengan en cuenta que hoy en día, para rebatir una acusación, no es necesario probar lo contrario, basta deslegitimar al acusador".
"Los tres elementos fundamentales para el desmentido del desmentido: las declaraciones recogidas, los apuntes en el bloc de notas (del periodista) y perplejidades varias sobre la credibilidad del desmentidor".

"El caso es que los periódicos no están hechos no para difundir sino para encubrir noticias. Sucede el hecho X, no puedes obviarlo, pero, como pone en apuros a demasiada gente, en ese mismo número te marcas unos titulones que ponen a uno los pelos de punta... y, hala, tu noticia se ahoga en el gran mar de la información".

"Las noticias no es necesario inventarlas, basta con reciclarlas... César fue asesinado verdaderamente en los idus de marzo. Contamos la historia de nuevo y ya tenemos una noticia pistonuda".

"Contar un milagro no equivale a decir que el periódico cree en él, no nos compromete. Se relata el hecho, o se dice que alguien asistió al hecho. Si luego las Vírgenes lloran de veras, eso no es asunto nuestro. Las conclusiones las debe sacar el lector, y si es creyente, creerá".

"-¿Usted dice que deberiamos comprobar que cada artículo le guste al Commendatore? -A la fuerza, es nuestro accionista de referencia".

"-Pero los periodicos ¿siguen las tenendencias de la gente o las crean? -Ambas cosas. La gente al principio no sabe qué tendencia tiene, luego nosotros se lo decimos y entonces la gente se da cuenta de que la tiene".


(Fotografía de Aubrey. Publicada en Wikimedia bajo licencia CC-by)

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